
Intro.
¿Cuándo es que el humano se vuelve consciente del Futuro? Es más, ¿en qué momento surge la necesidad de siquiera considerar el futuro? Quizás el mismo origen de los procesos biológicos o por lo menos los metabólicos supuso la necesidad de considerar un concepto, aunque este sea totalmente inconsciente del futuro, del después. Existir, en este sentido, ligado a una constante búsqueda de sustento, supone quizás el primer momento donde se necesita un futuro y una actividad ligada (el nutrirse).
El proceso de observación y adaptación de los grupos humanos propiciaron la domesticación de plantas y animales para su consumo mediante la experimentación por prueba y error. Este proceso iniciado hace miles de años dio origen a la agricultura como la conocemos. La agricultura es un claro ejemplo de la aplicación multidisciplinaria y la combinación del arte y la ciencia. Su descubrimiento permitió el desarrollo y evolución de cientos de civilizaciones y ha integrado a sus procesos diferentes tipos de tecnología.
“La agricultura implica el establecimiento de un sistema de subsistencia humana en el que la producción y el consumo de plantas cultivadas, principalmente las domesticadas, son fundamentales. Representa la culminación de una serie de procesos interrelacionados, ya sean de carácter socioeconómico o biológico y ecológico.”
McClung de Tapia, Emily, “El origen de la agricultura”, Arqueología Mexicana núm. 120, pp. 36-41.

El estudio prospectivo tiene como antecedente la Biología especulativa, que hace referencia a un campo científico que se encarga de plantear hipótesis acerca de la evolución de la vida en distintos escenarios. Esto es importante ya que permite un estudio organizado de las posibilidades que brinda el futuro, no solamente a nivel de productos tecnológicos, sino también bajo otros aspectos como el biológico, educativo, político y cultural.
La diferencia entre el diseño convencional y el diseño especulativo es que éste último se fundamenta principalmente en plantear hipótesis de lo que puede llegar a suceder, y dichas especulaciones tienen como objetivo actuar como catalizadores para redefinir de manera colectiva nuestra comprensión y relación con la realidad. El diseño se utiliza a menudo como una herramienta para el cambio social y quizás este no es el momento para documentar una breve historia de los futuros, pero lo que es un hecho es que el ejercicio de pensar en diversos escenarios de futuro es de gran ayuda para el desarrollo y previsión de aplicaciones y estudios científicos. La ciencia y la tecnología; tradicionalmente, son las áreas que en el imaginario social aparecen más relacionadas al futuro, desde el primer arado a la nanotecnología actual, la ciencia ha sido una herramienta capaz de dirigir nuestra atención hacia el futuro y la tecnología es clave para llegar a ello. El constante re entendimiento de los futuros y su importancia se manifiesta como guía para el desarrollo, la mitigación de riesgos, la responsabilidad sobre decisiones políticas, la innovación tecnológica, la proposición de estéticas y funciones y la planeación de nuestras sociedades. El impacto que el diseño especulativo, la ciencia y la tecnología pueden tener se debe principalmente a las provocaciones que generan en la sociedad a través de los productos de consumo habituales.

“Hay un proceso de retroalimentación entre lo que consumimos culturalmente a través de narrativas y los procesos de investigación y desarrollo tecnológico, así como estructuras culturales y sociales.”
Ignacio Tovar, Director del Centro de Futuros.
La forma de entender la identidad de los mexicanos ha jugado un papel decisivo en la educación formal, y en cada época se ha construido un estereotipo de lo que es mexicano. Uno de los conceptos más populares fue establecido por la religión, que ha esparcido ideologías en las que los héroes, los santos y los mártires son más “hombres” o tienen mayor valor que los demás. Hacer una reflexión sobre el proceso de construcción de México como lo conocemos es parte del proceso de análisis de los componentes de la identidad nacional. En este contexto, la cuestión religiosa se presenta como un factor relevante. El catolicismo a grandes rasgos se puede ver como parte de la identidad nacional mexicana, ya que la mayoría de los mexicanos fueron o son católicos. Los símbolos y los edificios católicos dominan el paisaje mexicano.
Con el tiempo y con la influencia de otros elementos culturales extranjeros, se ha convertido en un ejercicio constante el replantear nuestra identidad y nuestros valores como mexicanos. Dichas exploraciones han dado como resultado escenarios parecidos a la ciencia ficción, pero que en muchos sentidos, y en un mundo que se encuentra en constante evolución tecnológica, estas teorías pueden ser muy parecidas o cercanas a la realidad. La ficción explota la diegética de los objetos para crear distintos futuros o mundos alternativos y a través de diferentes métodos y herramientas, moldea las expectativas, miedos, deseos de la sociedad. Es importante tomar en cuenta la relación entre las narrativas y los trabajos de ficción, en particular aquellos en los que los objetos son los encargados de nutrir el imaginario acerca del futuro y sus posibilidades.
Nuestros símbolos clásicos han adquirido gran poder para replantearse y la cultura mexicana está viviendo un renacimiento, ya que nos encontramos en un momento crucial en cuanto a la definición de nuestra identidad. Los contenidos virales, particularmente los memes que se distribuyen sistemáticamente, nos invitan constantemente a preguntarnos sobre esta identidad. Se ha vuelto popular, sobre todo entre las clases altas, nuestros platillos típicos, la reutilización de ingredientes endémicos por la opinión de agentes extranjeros que los califican como “superalimentos”, entre otras manifestaciones.
El consumo cultural en México ha vivido un cambio en la última década, fundamentalmente porque ha sido estimulado desde disciplinas y ámbitos diversos y por una gama amplia de demandas, las cuales han servido como base para proyectos culturales y también han sido parte clave en los procesos de producción en la industria. Según estudios del INEGI, “los mexicanos prefieren la cultura que se mira en el cine”, sin embargo, a pesar de que el cine mexicano ha explorado diferentes temáticas, el público mexicano dirige sus preferencias hacia el cine de Hollywood.

Estados Unidos ha construido, de manera voluntaria e involuntaria, una relación comercial y social con México. En el límite entre México y Estados Unidos se realiza el cruce de mercancías, personas, ideas, tradiciones, etc. Esta división (imaginaria y física) marca una línea entre dos formas de interpretar el mundo occidental, lo cual genera numerosas divisiones culturales. Las películas estadounidenses han planteado estereotipos y comportamientos asociados a un grupo que constituye una homogeneidad: los latinos, en particular los mexicanos. Los filmes generalmente muestran los problemas o temas relevantes, desde la perspectiva americana, en su relación con México.
La elección del cine entre otros medios masivos de comunicación ha sido uno de los principales introductores a las costumbres de otras culturas. Sin embargo, dado que son productos de una industria y por ende objetos de consumo, más bien se tratan de una combinación entre intereses comerciales, artísticos, políticos y de entretenimiento. Esto convierte nuestras visiones de la sociedad en una selección intencionada de sucesos. Los filmes de Estados Unidos no tienen como objetivo principal enseñar sino entretener y por lo tanto no reproducen la realidad, sino son un producto atractivo para la audiencia.

Existe una idea de superioridad frente a los latinos en general, quienes han sido sujetos a procesos de colonización, desigualdad, estereotipos y discriminación a lo largo de la historia e incluso, los modelos estéticos actuales tienen como antecedentes éstas prácticas. En el cine, por ejemplo, uno de los estereotipos más conocidos sobre el mexicano es el bandido, que generalmente es un hombre moreno, de baja estatura, con vestimenta sucia al igual que su cuerpo, sin dientes con aspecto descuidado. Su comportamiento es vicioso, cruel, traicionero y deshonesto. Son irracionales, violentos y su poca habilidad con el idioma inglés es símbolo de su poca capacidad intelectual. En pocas palabras, la imagen que Norteamérica tiene sobre los latinos ha sido plasmada directamente en cintas cinematográficas y así fue como Hollywood tomó un papel central en la historia y construcción de la identidad mexicana. Los mexicanos en la narrativa de Hollywood son personas marginadas y bajo esta óptica, la asimilación ideal del mexicano no existe.
“Aquello que plasmamos en diferentes medios termina por materializarse de maneras explícitas o implícitas en la realidad y a su vez la realidad inspira a los creadores y artistas a crear más de estos elementos culturales.”
Ignacio Tovar, Director del Centro de Futuros.
¿Qué es Mexifuturismos?
Entendemos como Mexifuturismos al ejercicio de desarrollo de escenarios futuros que estén contextualizados primordialmente con una visión local, sin descartar por completo las interacciones globales. Es una búsqueda por poblar nuestro imaginario colectivo con visiones alternativas a las narrativas occidentales, euro y anglo-céntricas. La meta es proponernos un imaginario de posibilidades tomando en cuenta nuestras idiosincrasias, nuestro espíritu y habilidades, celebrando y promoviendo nuestro talento.
“Uno de los muchos dolores que México tiene es que no tenemos un punto de referencia a futuro, no sabemos hacia dónde estamos yendo como una comunidad o como nación. Para eso contemplamos el tema de los Mexifuturismos”.
Ignacio Tovar, Director del Centro de Futuros.
El planteamiento de pensar en Mexifuturismos se basa en la necesidad de desarrollar de manera decolonizada un imaginario nacional que detone la inspiración necesaria para proyectar una identidad mexicana hacia el futuro.
No significa folklorizar nuestras visiones del mañana, sino de contextualizar de manera más consciente los ejercicios de generación de narrativas futuristas. Lo mexicano está implícito de cualquier manera en el quehacer de cualquier creador nacional. Tampoco significa evadir cualquier tipo de interacción con lo externo o incluso las visiones coloniales, sino entender cómo forman parte de nuestro proceso de construcción de identidad y poder formar una visión crítica cuando sea pertinente y propositiva cuando sea posible.

Exposición: Museo Tec.
Mexifuturismos es una exposición curada por el Centro de Futuros y el Museo del Tecnológico de Monterrey en Puebla, que se centra en el contenido de futuros a través del ejercicio multidisciplinario entre arte y tecnología contextualizado en la identidad mexicana. Para esta exposición, se colaboró con distintos artistas y personajes relacionados con el tema a fin de generar un espacio temporal donde el público pueda entender futuros y visiones localizadas de este con una perspectiva global. Los proyectos expuestos son de carácter multidisciplinario, los cuales se presentan en distintos formatos, con elementos digitales y físicos.
La inauguración.
El 17 de diciembre de 2019 a las 19:00hr se dio apertura a la exhibición. La dinámica propuesta por el Museo Tec y el Centro de Futuros plantea involucrar al usuario en el resultado de colaboraciones multidisciplinarias con el fin de generar un panorama mucho más amplio y tangible de lo que es la identidad mexicana proyectada al futuro.
El evento contó con la participación de:
- Dr. Pedro Luis Grasa Soler, Vicepresidente Región Sur de Tecnológico de Monterrey
- Dra. Laurance Bertoux, Decana Asociada de Academia de la Escuela Nacional de Arquitectura, Arte y Diseño
- Mtro. Edgar Omar Espinosa de los Monteros Serrano, Director del Departamento regional de Arte de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño
- Mtro. Ignacio Tovar, Director Asociado de departamento Regional y del Centro de Futuros en Campus.
Los artistas participantes en esta primer edición de esta exposición son:
- Mar Nahimira y Aldo Cañedo (Fragments and Forms)
- Galamot
- Maruch Santiz
- Diego Ortega García
- Víctor Pérez – Rul
- Dalila Martínez
- Daniel Emba
- Interspecifics
- Cocijo (Rodrigo Hernandez)
- Chacalall (Gabriel Orozco)
Para generar este ejercicio curatorial, se buscaron voces diversas que pudieran en conjunto explicar la complejidad de la identidad mexicana. Se buscaron proyectos multidisciplinarios, de carácter digital, físico o una combinación de ambos; y que preferentemente integraran un eje tecnológico. El objetivo primordial de esta selección era evocar la mexicanidad dentro de la enorme diversidad de técnicas y elementos que la representan, sin caer en la obviedad de lo que es evidentemente mexicano.